El restaurante Trinquete está situado bastante cerca de la Plaza de los
Fueros de Tudela y a pesar de su ubicación en una calle poco transitada está a
tiro de piedra del hotel AC Ciudad de Tudela lo que supongo que le vendrá muy
bien para atraer clientela como fue nuestro caso. En su página web se publicitan
como restaurante/vinoteca pero la verdad es que nosotros no vimos la vinoteca
por ningún lado, a no ser que esté situada en el piso de arriba en el que no se
veía luz alguna.
Al llegar nos pasaron al comedor de la parte de abajo que es algo angosto y
además nos tocó la mesa de la entrada con lo que el trajín del personal de
servicio no hizo que la velada fuera precisamente tranquila.
Aquí sí que tienen los precios de carta con el IVA incluído, pero solo aparecen los de las carnes y los pescados. Me explico. Disponen de un menú degustación de verduras, por 30€, a los que se le pueden añadir otros dos platos más, también de verduras, que subirían el menú a 45€, pero a la hora de pedir por carta te indican que los entrantes se pueden escoger de entre los platos del menú de verduras, por lo que solo te dan como opción de entrantes los platos de verdura, a no ser que pidas un plato principal como entrante, y además no sabes el precio de estos ya que no vienen en la hoja que te dan con el menú. Realmente es algo que no recuerdo haber visto nunca y me parece una práctica poco presentable. Además, muy probablemente de haber conocido los precios no hubiésemos pedido esos entrantes.
Supongo que es porque coincidió con las fiestas de la huerta porque en la web si tienen una carta "normal" con entrantes variados.
El servicio mostró una descordinación considerable ya que no habían traído
todavía el vino cuando llegaron los entrantes. Además el primer entrante lo
trajeron emplatado para dos cuando no lo habíamos solicitado así por lo que
tuvieron que devolverlo a cocina. Aún con esta demora el vino tardó en llegar.
El timbal de primavera al dente, habitas, guisantes, huevo de nuestras gallinas y piñones, 14,90€, pasó sin pena ni gloria y además la cantidad no era gran cosa. Carísimo.
El otro entrante fue una degustación de espárragos frescos de temporada,
17,90€, que consistió en un carpaccio de espárragos, unos espárragos verdes a la
plancha, espárragos blancos al horno y una variedad de espárrragos más delgados
y con más intensidad de sabor. Venían acompañados de una emulsión de aceite.
Bien, pero ¿17,90?.
Esta vez para los principales nos decidimos por la carne. Como en el caso
del Treintaitrés con los entrantes, podrían haber disimulado un poco con el
asunto del microondas ya que al minuto de retirarnos los platos de los entrantes
llegaron con los principales. La paletilla de cordero rellena de verduritas,
19,75€, estaba totalmente reseca y con un sabor indefinido, además de no tener
muchas pistas del relleno de verduras. Suspenso total.
Aún peor fueron las manitas de cerdo deshuesadas y rellenas de satas, foie y verdura, 19,50€, con un olor y sabor bravío y montuno que hizo que nos dejáramos la mayor parte. Tarjeta roja y expulsión. También se puede ver en las guarniciones que mucha imaginación no desplegaron ya que en ambos platos consistió en un par de patatas cocidas y una salsa del mismo fondo.
En vista del éxito obtenido ni nos planteamos tomar postre.
La carta de vinos aceptable para el tipo de restaurante aunque el cartón en
el que venían hacía bastante difícil su lectura. Tomamos un Alto Moncayo Veratón
2009, 27,90€, que a pesar de venir caliente, cuando alcanzó la temperatura
adecuada fue lo mejor de la cena con diferencia. Las copas malas y el pan,
mediocre, 1,20€ c/u. El personal de servicio correcto.
Creo que con la redacción queda claro que no nos gustó nada este
restaurante. Vuelvo a pensar que a lo mejor si hubiésemos pedido el menú de
verduras es posible que la opinión hubiese sido distinta pero en este caso tengo
la sensación de que no. Los platos principales fueron un desastre y esto sirve
para lanzar el debate sobre a donde van ciertos restaurantes si ni siquiera
resuelven bien platos relativamente sencillos como una paletilla de cordero y
unas manitas de cerdo.
Luego se extrañarán del descenso de clientela aunque lo achaquen a la
crisis y más cuando actualmente hay productos de quinta gama con resultados
mejores que los de muchos restaurantes y con los que puedes hacer una cena mucho más barata. Y eso cuando no son los
propios restaurantes los que te están sirviendo esos productos de quinta gama.
Para cualquiera de los dos casos me quedo en casa.
Se podría abrir un interesante debate sobre este tema y creo que son los propios hosteleros los que deberían reflexionar sobre ello.
Trinquete
C/ Trinquete nº 1 bis 31500 Tudela
948 41 31 05 www.trinquete.es